Querida Santa Juana...

Mariló Caos


Querida Santa Juana, es tan grande el legado que hemos recibido de ti que no podemos menos que sentirnos agradecidas. Tenemos la certeza de que Dios sigue impulsando tu obra.

Estamos viviendo tiempos difíciles, situaciones a las que no estábamos acostumbrados. De repente nuestra vida diaria se paró y todo lo que priorizaba nuestras vidas pasó de la noche a la mañana a un segundo plano.

El dolor y la muerte de tantas personas anónimas nos han zarandeado, pero también nos ha unido. Hemos aprendido a valorar más a las personas, los momentos vividos, añorar la cercanía del otro y extrañar la calidez de un abrazo.

Hoy más que nunca la palabra solidaridad hay que llenarla de contenido. Ese "tender la mano" tiene que ser siempre nuestro sello de identificación.

Sabemos de nuestra pequeñez y de nuestras limitaciones, pero experimentamos que el Espíritu sigue presente y no nos abandona. No te preocupes Juana, nunca perderemos la esperanza, porque podemos volver a reconstruir la vida. Hemos aprendido una nueva lección: "Tener y poder" no pueden nunca llenar nuestras vidas.

Las eternas luchas entre políticos, confunden y hacen que las personas de nuestra sociedad pierdan el rumbo, se sientan perdidas y se dejen engañar con falsas promesas. Nosotros rezaremos para conservar la mente lúcida y saber discernir entre tanta mentira Cuál es el camino correcto. Sin duda nos encontraremos con grandes dificultades, dudas; pero siempre tendremos presente que para Dios no hay nada imposible. El guiará nuestros pasos hacia la auténtica y verdadera justicia. Nuestra voz se oirá nunca pactaremos con el silencio del conformismo.

Unidas profundamente a ti en estos momentos que nos está tocando vivir. Que María Nuestra Señora no nos abandone