Grupo Peregrinas
Querida Santa Juana,
Deseo transmitir en estas líneas todo el agradecimiento y admiración, por ti y por tu gran labor hacia las jóvenes, a pesar de tantas dificultades que te pusieron, pero Dios estaba siempre contigo.
Y tengo que decirte GRACIAS por esa gran Obra. Mi Colegio, en el que tuve la gran suerte de formarme así con sus enseñanzas, tener a Dios siempre conmigo y formar una familia cristiana, como tú deseabas.
Sé que estás con Dios cuidándonos en esta pandemia y gracias a la formación recibida por la Orden, puedo aportar lo que puedo en favor de los que sufren.
Con mi gratitud y cariño para ti y toda tu Obra.
Recordando y conmemorando a Juana de Lestonnac
A Juana de Lestonnac se la puede tomar de referencia, ejemplo y reflexión en todo tiempo. En pasado y presente. Vivió y pasó por todos los estados, donde bien pudiéramos sentirnos reflejados en cada uno de ellos. Hija, esposa y madre ejemplar donde nos unimos a ella.
Ahora, coincidiendo todavía más para saber entender y comprender. Estamos pasando una pandemia, que día a día nos hace reflexionar viendo la solidaridad y aunamiento de las personas ante tamaña desgracia. Ella es, el reflejo de todo lo que estamos viviendo, en cada uno de los estados que sufrió y vivió. Es una pena, tengamos que estar pasando desgracia tan grande, para poder darnos cuenta de lo poco y efímeros que somos.
Es tiempo, de reflexión y de adentramiento en nosotros mismos para poder comprender y seguir su ejemplo, con esto que estamos viviendo tan real y verdadero.
Caminemos unidos como amigos y compañeros que se encuentran viviendo, una misma experiencia que nunca olvidaremos y nos ha creado un nudo indisoluble.
Nos sirva de guía y sigamos los pasos que ella con su sacrifico y abnegación nos señaló.
Mi querida Santa Juana:
La carta recibida el 14 de abril en todas las sedes de la Red Laical, nos sirvió para unirnos al gozo que experimentasteis aquel 7 de abril de 1607 cuando fue aprobada vuestra Orden. El Señor te hizo ver clara la misión a la que te había destinado.
Te uniste a unas compañeras entusiastas. También nosotras lo somos. Querías que en aquella empresa te ayudaran para que las mujeres transformaran la sociedad.
Con nuestras limitaciones, pero con el mismo empeño, queremos imitarte.
Como tú, en Burdeos, durante la peste de 1605, que asoló la ciudad, prestaste auxilio a quien lo necesitaba, nosotras queremos, en estos momentos en que nos vemos afectados por una pandemia que nos tiene limitados, que nos muestra lo frágiles que somos, imitarte en lo que podamos ayudando a los demás, acompañando telefónicamente a quienes se sienten en soledad, uniéndonos con el Santo Padre en su oración diaria y en la celebración de la Eucaristía, para que los afectados y sus familias encuentren paz, consuelo y esperanza ante tanto sufrimiento.
Tú ayudaste a que la juventud femenina de tu tiempo transformara la familia. En las circunstancias actuales, es esencial el funcionamiento de la familia unida como núcleo de la sociedad. Los padres están haciendo una labor muy importante, fomentando la convivencia, cuidando, ayudando en los trabajos escolares y entreteniendo a sus hijos confinados en sus casas. También para ellos pido que les ayudes a tener paciencia y dedicación como tú hiciste con tus hijos cuando te necesitaban.
Tus bendiciones y tu ejemplo nos han llegado y trataremos de confortar a los que tenemos más cerca y lo necesiten.
Tu hermana en el Señor,
Creo que Santa Juana como persona fue un ejemplo de sacrificio, de dinamismo y de positividad. Cuando decidió qué hacer con su vida, no regateo esfuerzos ni riesgos. Ella fue decidida a ayudar a las jóvenes que necesitaban orientación en su educación y futuro. Fue enérgica y ejemplar.
A destacar:
La infancia con la discrepancia religiosa de sus padres. Rescatada gracias a su padre y su tío del calvinismo. A los trece años está profundamente marcada: "Desde aquel momento ella percibió en su corazón las primeras chispas de un fuego del que con gusto experimentaba los ardores.
Destacar lo que escuchó en su corazón mientras oraba siendo una jovencita: "Procura hija mía, no dejar apagar este fuego sagrado que yo he encendido en tu corazón y que ahora te lleva con tanto ardor a mi servicio."
Querida Santa Juana,
Me ha gustado recibir carta tuya, ya sabes que siempre me ayudan. Gracias por recordarnos algunas cosas que nos vienen bien en este hoy tan especial.
Nos viene bien participar en la empresa de tender la mano que ya en muchos contextos busca el bien común al lado de personas laicas, para educar, poner en pie, empoderar a la gente, pero sobre todo a las mujeres que siguen siendo el motor de la familia y de la sociedad.
Nos viene bien afrontar las dificultades por el sueño de una Nueva Humanidad. Fuiste una experta en superar tus momentos difíciles y gran pedagoga en ayudar a las demás en los suyos. Haciendo lo que se puede y se sabe hacer, dando afecto y sentido. No sólo afecto, también sentido, horizonte. Hay tanto vacío existencial hoy...
Nos viene bien saber que en bastantes situaciones podemos ir más allá con nuestra oración, que sin oración nos quedamos un poco chatas de miras, nos ahogamos, o salimos corriendo. Tu fe profunda intuye que el Espíritu Santo habita el mundo y tenemos que dejarle actuar en nosotras, para permanecer en la tribulación y comunicar Esperanza.
Con mi agradecimiento y afecto
Querida Juana:
Gracias por esta hermosa carta de aliento y comparación con la situación de la peste de 1607.
Como entonces, son momentos de sufrimiento, carencias y dificultades. Ahora con mayores medios, comodidades, comunicaciones, si, pero a pesar de eso sí no fuera (como vosotros en su día) por personas sacrificadas, dispuestas, trabajadoras, abnegadas y llenas de amor... É0stas como digo son las que han hacho posible la esperanza al enfermo, a la familia y al corazón del ciudadano que por medio de la oración en la distancia, pero acompañados en el espíritu por la Iglesia orante, hacen posible que no perdamos la esperanza y amor en el ser humano.
A pesar de esto confío en el Señor para salir de esta gran pandemia física y espiritual
Y...."Construir una humanidad Nueva"
Un abrazo desde esta dimensión
Tu hermana en Cristo.
Josefina.